Bitácora Nº 8

Inspiraciones, cartas, cuentos, narrativas, reflexiones y escritos de su autoría.

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cumulus tormentus
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Registrado: Mar Feb 05, 2008 20:25

Bitácora Nº 8

Mensaje por cumulus tormentus » Mar Feb 05, 2008 20:45

TENAZ
Para quienes no lo saben, el velero lo compramos hace muy poco y desde ese día no paramos de estar haciendole cosas!!!

A 120 Hs de Zarpar:

¡¡Que lo parió!!!, la centina está repleta de aceite. Tal vez cuando lo levantaron de popa para ajustar la hélice (que se había
roto la chaveta hacía una semana) chorrió de algún lado.
Encontramos que cuando sacaron el motor, le metieron un filtro de aceite más grande de lo normal (o tal vez el normal, pero con la pata de motor que tiene no entra) y el animal que lo armó no tuvo mejor idea que aplastarlo para poder fijar el motor a la pata. Resultado: el filtro pierde porque está roto. Recorro muchos lugares para encontrar un filtro que se adapte y finalmente el del dahiatsu entra perfecto!!!!. Limpieza general de centina para sacar todo el chorreo, 120 mangos entre filtro y aceite.

A 96 horas de zarpar


Tengo la sensación que me faltan millones de cosas aún. El velero no lo conozco, ni siquiera lo navegué. La unica vez que salimos a probarlo un poquito (a motor) se desprendió la chaveta de la hélice y quedamos tirados en el pajarito…. Por suerte nos remolcó primero un crucero y luego un velero. Hoy salimos a navegarlo por el tigre, desplegamos velas, vemos como nos vamos adaptando a esto…. Regresamos, seguimos trabajando en el velero, instalando también cosas que hacen a la “habitabilidad”, bomba de agua, inodoro eléctrico, etc etc.

A 72 hs de Zarpar

Me empieza a agarrar el pánico, siento que aún le falta todo.. ¡¡ Ni siquiera tenemos Vang, o mordaza para la escota de la mayor!!! pero todo está en camino.
Tenemos una charla y decidimos no enloquecernos: haremos lo que podamos hacer, el destino no será un objetivo, el objetivo será poner el velero listo y salir a donde sea, aunque sea al pajarito a pasar unos días. Ya me instalo en el tigre y comienzan mis vacaciones (trabajando a full en el velero).
El tanque de agua inflable pierde por todos lados, el otro de 30 litros está en un estado calamitoso. Claudia compra uno nuevo en la casa de los mil envases y los acoples neesarios para agujerearlo y hacer las entradas y salidas de agua. El infable lo manda a reparar.

A 48 hs de zarpar:


Sacamos el molinete de la mayor, porque es de los antiguos que llevan la manijita con el agujerito y no tiene el botoncito de traba. Como está ubicado en el mastil la manija la perderíamos con seguridad. Se manda a reparar también.
Instalamos el vang, la guitarra de la escota de la mayor, etc etc. cada vez que tenemos que arreglar algo es un despelote, nos pasamos 1 hora sacando y corriendo cosas de lugar, porque el velero está repleto de cosas y para acceder a los pañoles es un trastorno. ¿ porque no le habrán hecho cajoncitos de costado???
Las mangueras de desagote de inodoro, agua de rio, etc etc, ya las reemplazamos. Todas las mangueras y exclusas están repasadas (particularmente no soy muy simpatizante de las exclusas y menos aún cuando están hechas debajo de la linea de flotación, me resulta “anti marino”) encima este barco tiene 7 exclusas!!!!
Aún no pude ver con tranquilidad las cartas de navegación, ni las rutas, ni siquiera pude instalar el Ozi en la notebook, ya que la maldita no quiere arrancar. Mañana voy a la prefectura a hacer el trámite de Patrón, ya tengo las fotos, el certificado médico, etc etc.
Extraño al Nimbus, tenía todo listo, estaba listo para irse a cualquier lado en cualquier momento y a este siento que no lo conozco ni por las tapas.
Para la proa tenemos solo un foke y un tormentín, nos pasaron por un genoa usado $ 1.500 + $ 400 para ponerle los garruchos (porque no tenemos enrollador)
Decidimos no hacer las cosas a las apresuradas e irnos con las velas que tenemos, cuando regresemos veremos lo de un genoa. Ya tenemos prácticamente decidido que no vamos a Montevideo, haremos un viaje cortito para sentirnos seguros, aunque en el fondo me molesta estar tomando esa decisión porque se van los planes originales a la miércoles.

A 24 hs de zarpar

Voy a hacer el carnet de Patrón, ¡¡No encuentro mis roles!!! Solo encontré uno, Claudia llama a Guille por TE y el tiene un par cuando cruzamos juntos y se acerca hasta prefectura para llevarlos. Espera que te espera, hacemos el trámite y me encuentro con la novedad que el carnet provisorio que ahora dan no es apto para navegar y que el definitivo lo entregan en el tiempo record de 14 días (si, así como leen). Lejos de enojarme con los prefectos porque el carnet ahora no es apto para navegar, siento un enorme peso que tenía sobre mis espaldas que de pronto desaparece… ¡¡No puedo ir a montevideo porque ellos no me dan el carnet, y no porque estoy recontra recagado en las patas de hacer esa navegación!!! Una vez más, los Dioses están de mi lado!
Voy al supermercado a hacer todas las compras de víveres, además paso a buscar el molinete, el foke (que le faltaba un garrucho), etc etc etc. Compro también un compresorcito en Easy para inflar las bicis, algún cabito fino para la toldilla, la linea de vida (oferta $ 2 el metro porque era color blanca pero estaba manchada!!!) y todo lo que me voy acordando.
El barco ya está con todo, lástima que no funcione la heladera!. Esto ultimo, luego de pensar que tampoco tenemos corredera, ecosonda, anemómetro, etc etc, me hace sentir que lo de la heladera que no ande es un regalo de Dios!!!.
Estábamos esperando a Claudia y Charly que se prenderían con el Michelle para hacer una navegación en conserva, los esperábamos el día Miércoles a la tardecita, a medida que pasaba el tiempo nos preguntábamos si les habría ocurrido algo que los habría retrasado, etc etc. Mientras tanto seguíamos en un día agotador acomodando cosas, arreglando otras, y tratando de tener todo listo para la zarpada que sería al día siguiente. En un momento como ya era de nochecita, pensé que Charly y Claudia habrían decidido venir el jueves por la mañana.
Decidimos seguir esperando mientras avanzábamos con nuestras cosas. Por la noche Charly me llama por teléfono y me da la noticia del percance que tuvo con su embarcación. Primero pensé que me estaba haciendo un chiste, luego me empezaron a temblar las patas. Quedé como atontado, cuando se lo comento a Araceli a ella le sucede lo mismo.
Por suerte ellos dos estaban bien, no tenían nada, salvo el susto lógico de lo sucedido. Si bien solo ellos saben el dolor que se siente al perder una embarcación a la que aman, quienes miramos esto desde afuera solo podemos decir: “Suerte que ustedes están bien, los plásticos son plásticos, se rompen, se pegan, etc, pero ustedes no, por eso lo importante es que no les haya sucedido nada”
También se que solo quienes rompimos cosas importantes sabemos del peso que se lleva en la espalda por mucho tiempo (a veces para siempre), pero finalmente el camino termina en el mismo lugar: lo importante es que ellos están bien, el resto se arregla, se aprende, se capitalizan las experiencias.

Con este panorama en puerta, y aún paralizados, no sabíamos bien que hacer. Llamé a Charly, para ver si necesitaba algo, y comentó que no. Todo era muy fresco y supuse que aún se encontrarían los dos en estado de shock.

Luego de terminar todo, tranquilos, nos sentamos a conversar entre Claudia y yo, y decidimos que lo mejor era hacer un paréntesis con lo ocurrido, no aventurar ninguna suposición porque cualquiera podría ser errónea, tener mayor precaución que siempre y eliminar cualquier fantasma de la única manera en que podíamos hacerlo: Navegando.

Decidimos zarpar al día siguiente, según lo planificado.

Bitácora de navegación Nº 8
Tigre – Paraná miní

Jueves – Día 1:
El día esta hermosísimo, ya estamos de vacaciones, lo que hicimos lo hicimos y lo que no no. El barco está seguro y eso es lo más importante. Si bien aún no pudimos probar por falta de tiempo los tanques de agua, ni bien lleguemos a una estacion de servicio cargaremos agua y lo haremos. Terminamos de sujetar bien las bicicletas y salimos al lujan, vamos a la YPF a cargar gasoil, pero no hay. Vamos al lado, a la Petrobrás y tampoco hay. Pero al menos hay agua. Cargamos los tanques de agua, probamos la bombita y todo funciona maravillosamente, estamos contentos, estamos navegando (a motor) el Luján y por sobre todas las cosas ¡¡Nuestras vacaciones ya empezaron!!. Nos metemos por el vinculación, Urión, Paraná de las palmas (desplegamos velas) ¡¡ Como navega el tenaz!!. Siento como que voy llevando un colectivo por el agua, tengo que tener mucho cuidado con la estropada, por este no es el limbo, supongo que para frenarlo necesitaré unos cuantos metros….
Entramos en el Canal de la serna y cargamos combustible en la YPF. Por suerte hay gasoil ahí, el costo $ 2,50 el litro. Me parece caro, pero asumimos que en las islas ese debe ser el valor. Llenamos el tanque y por las dudas cargamos también un bidón con 20 litros más.
Seguimos por el De la serna, canal 4 y salimos al Paraná Miní, el paisaje es hermosísimo. Vemos un recreo llamado “Alucino” (o algo así) y decidimos hacer noche ahí. Una persona de un velero de al lado nos ayuda en la tarea de amarre.

Día 2
Paraná Mini – Carmelo

Nos levantamos a las mil y quinientas desayunamos y zarpamos. El día anterior averiguamos si podíamos ir por el naranjo y nos dijeron que no había problemas. Yo tenía dudas porque en la carta de navegación hay un sector que informa 1.20 mt y nuestro calado es de aprox 1,45 pero nos dijeron que no tendríamos inconvenientes. Salimos por el Miní, luego el Arana y el arroyo naranjo. En el naranjo tocamos un par de veces con un sonido extraño (luego nos comentaron que hay muchos troncos en el fondo) pero no tuvimos inconvenientes. Llegamos al Paraná Guazú (una vista imponente) y navegamos hacia el Río Uruguay buscando la antena de la Prefectura ya que habíamos planificado despachar en guazú – Guazucito. La antena no aparece y seguimos y seguimos, hasta que finalmente la vemos, entramos al canal amarramos el barco y despachamos. La verdad que es un placer hacer el despacho allí, no hay nadie, los dos de prefectura que nos atendieron son tipos muy amables y pregunté también a uno de ellos como hacer para llegar de ahí a Carmelo y muy gentilmente nos indicó con lujo de detalles, boyas, rumbos, etc etc. Cruzamos a Motor , había un poco de ola se hizo notar a traves de los tambuchos (ya que no habíamos terminado de reemplazar todos los burletes) y finalmente llegamos a Carmelo. El lugar estaba lleno hasta la manija, no encontrábamos prácticamente donde meternos, finalmente nos metimos en un hueco junto al muelle y acomodamos todo. Compramos dos fichas para ducha (una para cada uno) y nos dimos un merecido baño. NOTA: cuando se enciende la luz amarilla del aparatito de la ducha y suena la correspondiente alarma no intentar empezar a enjabonarse la cabeza.
Nos llevamos una muy hermosa imagen de Carmelo. Nos gustó mucho el puerto y la Ciudad. Si bien pedalear con la bici hasta la ciudad nos demandaba quemar algunas calorías encontramos un barcito que por $u 90 te daban una pilsen helada con papas fritas, y de esa forma podíamos recuperar la energía gastada unas dos o tres veces al día.

Día 4
Carmelo – Conchillas
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Luego de haber desarmado el día anterior el tanque de agua inflable y llevarlo a emparchar a una gomería, lo armamos nuevamente y cargamos agua, ya tenemos todo listo para zarpar, la derrota planificada y salimos. Por supuesto hacemos toda la navegación a vela, a veces el poco viento nos hace avanzar muy lentamente , pero avanzamos y no tenemos ningún apuro en llegar. Disfrutamos la navegación acompañada por Gin tonic, picadita, etc etc. Nos maravillamos entrando desde el norte como se ve la isla Martín García (un destino pendiente, que algún día realizaremos) hasta que finalmente la dejamos por estribor. El tenaz navega maravillosamente bien, es bellísimo y pararse en la delfinera y sentir el ruido que hace el agua al chocar contra el casco es hermoso. Ya quedó definitivamente atrás esa imagen que tuve el primer día que lo ví, semejante a un escuerzo ó como dice aquel uruguayo “Parece un velero que lo aplastaron con una piedra desde arriba”. Con la caída del sol estamos entrando al puerto de Conchillas (con un previo percance, ya que cuando bajamos las velas estando entre el muelle y el barco hundido se cortó el bulón que une la linea de eje con el cardan, obligandonos a subir velas nuevamente y salir para fondear ahí nomás. La reparacion la hicimos en 10 minutos y entramos al toque) y el de prefectura nos informa que debido a que hay poco agua debemos amarinarnos junto a un barco que está fondeado en el puerto. El prefecto me reconoce y me dice que ni bien suba un poquito el agua me avisará para que ingrese al arroyo. Son cerca de las 22 hs, me avisa que agua ya subio algo pero que estamos muy justos con el calado, decidimos entrar al arroyo pero previamente preparamos un reflector ya que la noche no es muy clara que digamos y ni siquiera puedo desde el muelle ver el arbol más alto (que me da la referencia donde enganchar el canal) Mientras improvisamos un alargue para el busca huellas llega otro velero, pero a este no le permite entrar al arroyo.
Ya sin velas, solo a motor, un poco por instinto, otro por suerte y un 90 % por indicaciones que radialmente nos daba el prefecto (más a babor!!!, más a babor!!!) encontramos finalmente el primer par de boyas ¡¡y hasta pasamos por entre medio de ambas!!! Luego una viradita por estribor para buscar la verde sola y ahí nos topamos con un banquito de arena. Le dimos para atrás nos acomodamos un poco mejor y le apuntamos a la verde para ya dejandola con un poco más de respeto a babor –parece que se corrió un poquito-, luego la otra boya y entramos al arroyo, en un muy mal momento le digo a Claudia que le avise al prefecto que ya nos habiamos salido de la varadura y entrado al canal, haciendo que ella dejara el reflector para entrar a la radio (me confie en mi visión infrarroja nocturna) y nos llevó muy a estribor donde nos varamos. Salir de esa varadura nos llevó cerca de 40 minutos, yo estaba que me salía espuma por la boca, Claudia estaba colgada de la punta de la botabara y agarrada al amantillo, pero finalmente luego de insistir e insistir salimos. Claudia esa factura me la sacó 500 veces y ya no pude cargarla más diciendole que ella pensaba que manejaba un overcraft cuando intentó pasar en el canal aranda “por el pianito de lo juncos, cortando la curva” –lo que también nos originó una varadura de la que salimos con el mismo sistema circense-
Finalmente, llegamos a conchillas, un gentil navegante nos afirmó el cabo a un arbol y realicé mi desembarco triunfal , resbalando de la delfinera, quedando colgado con el brazo izquierdo en el cabo (lastimadura que aún hoy sufro) y con las patas en el agua pero solo hasta la altura de las rodillas.
Esa noche cenamos en el club, matambre, con ensalada rusa y vino tinto en jarra. Los dos sentimos lo mismo: ya no es lo mismo conchillas desde que no está chichilo, el bar no es lo mismo, perdió toda su magia, no hay redes en el cielorraso, no has salvavidas con historias fantásticas…
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Día 6
Conchillas – Colonia
Por la media mañana decidimos zarpar. Serían cerca de las 11 hs. El velero que estaba cerca nuestro ya había zarpado y nosotros hicimos lo propio. Tuvimos que tirar algunos tomates porque en el pañol los había agarrado el agua que desbordaba por el venteo del tanque y se pusieron feos. Esto indicaba un cambio de planes: los fideos con salsa que habíamos hecho en Carmelo ya no los podríamos repetir, nos tendríamos que conformar con repetir la ensalada rusa con atún que rápidamente se preparan abriendo solo tres latas (dos de jardinera, una de atún) y un poco de mayonesa. Como mi coequiper sigue con el verso que sus manos no pueden estar a menos de 1 metro de la cocina debido a que tiene una extraña enfermedad que aún no figura en los libros de medicina tengo que seguir haciendome cargo de la comida yo.
La navegación transcurre sin novedades, el black 30 navega lento pero a paso firme, ni bien llegamos a las boyas del canal principal Claudia prepara los gin-tonic, ya que venímos retrasados en más de una hora con el aperitivo (los viejos manuscritos informan que el primer Gin-Tonic del día debe tomarse a eso de las 11:30 hs).
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Llegamos a colonia y nos ubicamos en el muelle de madera, acomodamos el rancho y damos un paseo por la ciudad. No bajamos las bicis porque pasaremos solo esa noche. Cuando vamos a comprar fichas para la ducha ya está cerrado el lugar, a mi por suerte me queda una, porque solo uso 1 por baño, en cambio claudia necesita dos. En este correr contra el cronómetro ya soy capaz de lavarme dos veces la cabeza y hasta enjuagarla (solo la primera, en la segunda aún salgo con jabón en el pelo) y estimo que en un par de días más hasta podré ponerme la crema de enjuague que solo la llevo de paseo al baño. Hace días que no me afeito, y por primera vez en 40 años veo que por fin me crece la tan esperada barba. ¡¡ Lástima que la muy maldita me sale con canas!!, pero bueno, todo no se puede pedir en la vida. Una gentil mujer le vende una ficha de baño a Claudia, primero le pide 20 reales, luego se retracta a 20 uruguayos. Hacemos negocio.
Antes de darnos el baño vamos al barco de prefectura a entregar los roles, pero previo a eso les hacemos unas fotocopias porque ya nos queda creo que uno solo. De eso se encarga Claudia, yo solo acompaño. Se me están acabando los parisienes, en un negocio compro marboro Box. La publicidad impresa contra el tabaco en las marquillas es terrible, unos dibujos que me hacen pensar. Decido fumar menos.
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Volvimos al barco, agarramos las cosas para bañarnos y fuimos a darnos una ducha. Estaban cerradas y no encontramos al encargado. Yo estaba contento porque ese día no me tocaría bañar, es que esa carrera contra el reloj me está matando, necesito un descanso. Vamos a cenar afuera, una esquinita pintoresca “pìcada de mar” o algo así: un poquito de cornalito, un poquito de pulpito, un poquito de mejillón, etc etc. Vino rosado en jarra. Me voy adaptando con una velocidad impresionante a los dibujos de las marquillas de los cigarillos y asumo que en uno o dos días más ya estaré nuevamente fumando la misma cantidad que antes.

Día 7
Colonia – Riachuelo
Nos despertamos nuevamente a las mil quinientas, mi coequiper no despega de la cama. Posiblemente las tareas de lavado de vajilla (yo cocino, pero vos lavás!) le está ocasionando una especie de enfermedad que se caracteriza por sentir los párpados lastrados y ese lastre se va cerquita del mediodía. Tengo dos posibilidades: o me hago cargo del lavado de aquí en adelante o asumo que nos manejaremos con un huso horario distinto. Opto por lo segundo y establecemos Huso horario islas galápagos.
Soltamos amarras, salimos del puerto, establecemos velas y a navegar!
El viento no nos ayuda mucho y el tenaz me parece que ciñe como la Niña. Tiramos un borde y otro… y otro.. y otro…..
Luego de algunas varias horas de navegación divisamos la boya de recalada de Riachuelo, era la primera vez que ibamos hacia allá, vemos la farola verde y la roja en las escolleras, a babor de la verde una playa muy linda de arena con gente tomando sol, llamamos por radio, pedimos algun detalle de cómo entrar y nos responden “tranquilos, bien por el medio del canal”, así lo hicimos.
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Llegamos hasta el muelle de material que hay ahí, amarramos, acomodamos un poco el rancho, bajamos las bicicletas y fuimos a hacer los papeles a prefectura. Un tipo de Hidrografía (que no recuerdo el nombre) nos atendio sumamente bien, muy simpático, dandonos todo tipo de indicaciones y ayudas, etc etc. Nos indicó también cual era el lugarcito que mas nos convenía para embicar y así lo hicimos. Inflamos nuestro Auxiliar (un botecito comprado en Wall Mart a $ 297) y con eso ya teníamos para cruzar a tierra. El problema era que solo teníamos un remo, así que con un palo que encontré en el velero (hay de todo en el tenaz) más un acrílico viejo de un tambucho ya en desuso improvisamos un remo que nos permitiría ir y venir a “gusto y piacchere”. Ese día conocimos la cantera y lamentamos no tener patas de rana y una antiparra como para tirarnos a bucear. Fuimos en bici hasta el poblado, pedalear en bajada es fácil, lo difícil es pedalear en subida. En el almacén compramos una gaseosa, hielo y ¡¡¡ Un litro de vino rosado suelto que me lo metieron en una botella de amargo no se que”. El vinito estaba buenísimo!!!
Compramos ficha para ducha: dos para ella, una para mí. NOTA: “El querer regular a la perfección la temperatura del agua hace que uno pierda tiempo en esos quehaceres pudiendo provocar que no se puedan alcanzar records de lavado y enjuague de cabeza días atrás logrados. Esto puede causar que uno salga del baño con abundantes cantidades de jabón en el pelo, que con la toalla un poco sale, pero siempre alguna espumita queda en la oreja”
Volvimos en nuestro auxiliar, pero estaba un poco desinflado y cuando me subí hizo un poco de agua, pero llegamos sanos y salvos. Cociné “Caballa con Arroz a la gran reciclada” INGREDIENTES: Una lata de caballa, una taza de arroz, un tomate, tres huevos duros, un poco de mayonesa. Preparación: Se pone en un bol el arroz, se abre la lata de caballa y ese aceite se pone en el arroz y se hace empapar en el, se le agrega ajo deshidratado en polvo. Se mezcla con el dedo. Se abren dos tomates, pero no por la mitad, sino fraccionado tipo 7/8. La parte mas grande se ahueca, y con la mas chica mas lo que se sacó de la mas grande se mete tambien en el arroz y vuelta a mezclar con el dedo. Luego todo a la sarten, mientras se hierven los tres huevos. Una vez que el arroz esté saltadito, se le agrega agua y se cocina. Dos huevos se pisan con el tenedor con la mayonesa y ese preparado se mete dentro del tomate ahuecado. Modo de servir Cada Plato: Un tomate ahuecado con el huevo y la mayonesa + ½ huevo cortado + un trozo de caballa + una abundante porción de arroz. Riquísimo!!. Se acompaña con vino rosado suelto del almacén del pueblo (no del quincho, que te arrancan la cabeza)

DIAS 8-9-10

Perdimos la cuenta del espacio y del tiempo, lo unico que mas o menos hacíamos diariamente era: comprar un litro de vino rosado, andar en bici y descansar. El día jueves nos enojamos, porque ambos creíamos que era miércoles y el darnos cuenta de la realidad nos produjo bronca. Ese día tuvimos que reforzar las tres raciones diarias de Gin tonic con dos whiskys (en horarios equidistantes) para poder asumir lo que nos indicaba el calendario gregoriano.
A medida que pasaban los días, mi coequiper demostraba su alegría por la maravillosa e inigualable mano que tengo para la cocina, fagocitándose todo lo que tenía a su alrededor. Cuando la conocí, unos años atrás era una aguja de coser que me producía hasta temor que alguna ráfaga me la vuele, sin embargo hoy contaba a mi lado con un ejemplar argentino de exportación, listo para escorar a la fragata libertad hasta limites jamás soñados. Por mi parte, mi barba seguía creciendo, cada vez más blanca, y el short que tanto cariño le tengo y un poquito desvencijado insistía en seguir enganchándose con cualquier punta que anduviera por ahí. Si a eso le sumamos el remo hecho con un palo, alambre y acrílico, el escenario estaba para una película de “Vagabundos de mar”
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La adaptación al descanso y la cada día mas costosa pedaleada por la subida de la ruta en pos del vino rosado suelto nos hicieron tomar una decisión radical: compraríamos un mosquito(1) igual al que vimos ahí en prefectura, perteneciente a una embarcación que estaba en riachuelo. Luego de unos llamados telefónicos que tan gentilmente se ofreció a hacer el señor de hidrogafía, nos fuimos caminando a la ruta a tomarnos el micro de las 15:15 con destino a colonia, donde vendían el mosquito. Como llegamos antes a la ruta, hicimos dedo y por suerte un trabajador de la cantera nos levantó. El regreso lo hicimos: Claudia en el colectivo y yo en el mosquito.
Ahora tenemos dos auxiliares en el velero: auxiliar agua y auxiliar tierra.

(1) Mosquito: Bici playera con motor de 49 cc y tanquecito de nafta que permite ir al pueblo sin necesidad de andar pedaleando tanto.

Día 11

Hacemos el despacho Riachuelo – Olivos. La intención era hacer noche en Olivos y al otro día hacer Olivos – Tigre. Salimos de riachuelo y nos vemos obligados a tirar un borde porque el viento no nos daba. A medida que pasaba el tiempo el cielo se ponía peor, se veía feo. Yo venía observando una embarcación, bastante más adentro metida aún, no se si vendría de sauce. En un momento decidimos entrar en colonia porque el tiempo se ponía cada vez peor, pero el rumbo aún no nos daba para virar, por lo que tuvimos que seguir por unos 15 minutos más, luego de eso viramos y apuntamos a colonia. Lo feo avanzaba, escuchabamos por radio algunos barcos entrando a colonia y veíamos otros aproximandose por la entrada sur (como viniendo de quilmes). Para cuando comenzó la lluvia nosotros ya veníamos con motor también como para alcanzar el puerto, éramos tres barcos mas o menos cerca del puerto. Creo que cometimos un error muy grande, dado que unos 10 minutos antes debíamos haber tomado rizos, y en ese momento, viendo que esto ya estaba encima me daba temor que claudia estuviera cerca del mastil haciendo la maniobra de toma de rizos, así que decidimos seguir y esperar a ver si podíamos entrar antes que se venga. De pronto la cortina de agua es mas fuerte, el viento ya había rotado, filamos toda la mayor y todo el foke y presione fuertemente el timon como para virar y enfrentar el viento. La botabara se sacudía para todos lados, el viento fue fuerte pero pronto pasó, se puso suave, cazamos un poco las escotas y volvimos a poner rumbo al puerto, cuando el primer velero (creo que un bries 40, no recuerdo bien) está entrando al puerto se viene de nuevo un viento fuertísimo, ya habíamos filado todo y si bien estábamos a muy pocos metros de la entrada del puerto, intentamos virar nuevamente para volver a enfrentar el viento, en ese momento, con todo totalmente filado el velero estaba perpendicular al viento y la punta de la botabara se metio en el agua yo no sabía lo que había sucedido con el bries, porque el segundo antes que entrara la racha lo vi con la mayor perpendicular al viento, Claudia me había dicho que creía que había tumbado, la cortina de agua fue muy grande a tal punto que no veía a más de 5 metros de la delfinera, en una de las sacudidas sonó algo y la mayor se movía raro, echamos un rápido vistazo pero se veía todo bien –luego nos percatamos que fue soporte del vang de la botabara, que si bien la base quedó abulonada el bracito de acero ionoxidable se arrancó- Como no se veía nada nuestro miedo era el barco que venía atrás, venía sin velas pero nuestro temor era que si el seguía hacia el puerto nosotros estábamos en el medio. Por suerte el fuerte viento muy rápidamente calmó, volvimos a poner rumbo al puerto y claudia –atada con el arnés- se encargó de arriar las velas mayor y foque. Estábamos empapados, aún nerviosos y deseosos de entregar nuestras ofrendas al Dios Inodoro
Nos pusimos al borneo en una boya libre y acomodamos una vez más el rancho. El barco era un desastre, agua por todos lados, los lentes de claudia y su billetera entre la cocina y el piso elevado de esta –está a unos 15 cm del piso normal-
Luego el día se fue de a poco componiendo, hasta que terminó en un bellísimo atardecer, fichas para baño (dos para ella, una para mi) a caminar por la ciudad, cervecita pilsen en el barcito de la costanera con una pizza chica de muzarella y a la noche, luego del baño, pasamos por el almacen a comprar hielo, una gaseosa, manteca con sal y nos tomamos el botecito que te lleva al velero, al precio de $ 4 argentinos por persona por cada ida y vuelta (me parece un afano). En el muelle de madera tuvimos la oportunidad de encontrar un velero gigante, de dos palos, llamado Tortuga, realmente una belleza de velero.

DIA 12

Pusimos el despertador muy temprano porque aún teníamos que hacer un soporte para el vang y haríamos la navegación hasta el tigre, y no quería entrar por las boyas km 21, 22 y 23 de noche.
El despertador suena, por el tambucho se veía oscuro afuera, media hora más…. Suena de nueva, con apenas un ojo abierto, vuelvo a ver oscuridad aún, media hora más. Así estuvimos hasta las 7 AM, es que teníamos una palma terrible. Por canal 16 escuchamos que el puerto estaba cerrado. Al rato informan que el puerto está abierto, terminamos de ajustar algunas cosas y salimos inmediatamente.
Las primeras dos horas de navegación estuvieron bárbaras, luego el viento calmó bastante, al punto de haber estado como una hora a solo 1,5 ó 2 nudos, luego pusimos un poco de motor, finalmente el viento empezó a soplar bien nuevamente y así seguimos hasta entrando al río lujan, que luego de saludar al sirio, le damos motor y ¿Qué pasó? -> se volvió a soltar el bulon que une linea de eje – cardan (esta vez debido a que se aflojo una tuerca), por suerte lo resolvimos tipo mecánicos de F1, en menos de 5 minutos habíamos sacado los dos pisos, reemplazamos el bulon (teníamos uno de repuesto comprado en colonia) armado nuevamente y puesto en marcha.

Llegar a Buenos Aires y encontrar: el auto chocado en el estacionamiento, caos de tránsito, la gente enloquecida, etc etc etc, nos está haciendo pensar cada vez más seriamente en ser valientes para tomar la desición de mandar todo a la miércoles y hacernos vagabundos de mar.

Espero les guste el relato
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Maricruz Díaz
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Hola Daniel

Mensaje por Maricruz Díaz » Mar Feb 05, 2008 21:21

Que bien! volver a ver tus Bitácoras donde uno puede imaginarse, seguirte en cada aventura....gracias Danielito por esto. Feliz de cada ocurrencia.

Bendiciones.

Maricruz
Última edición por Maricruz Díaz el Jue Feb 07, 2008 07:19, editado 1 vez en total.

Francessca
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Re: Bitácora Nº 8

Mensaje por Francessca » Mié Feb 06, 2008 01:52

GRACIAS CARIÑO POR TAN GRANDE TRAVESIA, PERO POR DIOS SANTO QUE MIS NERVIOS HAN LLEGADO AL 1000, QUE PANICO POR DIOS, JEJEJEJ GENIAL TU NARRATIVA, HA SIDO UN VERDADERO PLACER ACOMPAÑARTE

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cumulus tormentus
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Re: Hola Daniel

Mensaje por cumulus tormentus » Mié Feb 06, 2008 15:24

Maricruz Díaz escribió:Que bien! volver a ver tus pitácoras donde uno puede imaginarse, seguirte en cada aventura....gracias Danielito por esto. Feliz de cada ocurrencia.

Bendiciones.

Maricruz
Gracias Pandora por estar siempre presente en mis escritos.
Un beso grande
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cumulus tormentus
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Re: Bitácora Nº 8

Mensaje por cumulus tormentus » Mié Feb 06, 2008 15:26

Francessca escribió:
GRACIAS CARIÑO POR TAN GRANDE TRAVESIA, PERO POR DIOS SANTO QUE MIS NERVIOS HAN LLEGADO AL 1000, QUE PANICO POR DIOS, JEJEJEJ GENIAL TU NARRATIVA, HA SIDO UN VERDADERO PLACER ACOMPAÑARTE

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de nada Francessca, pero que no te agarren tantos nervios, total ya estamos en tierra firme nuevamente.
Gracias por haberme leido, te mando un beso
Daniel
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