QUEJA Y RECLAMO
Generalmente el ser humano tiende a repetir las historias de vida de sus ancestros. Esto se reproduce y se viene repitiendo en los patrones conductuales del seno o núcleo familiar, es decir, lo que generan las historias de la infancia.
Hay parejas que se quejan y reclaman que les está yendo muy mal en su relación, y culpan al otro de su inframundo conyugal, pero nunca se les ocurre revisarse internamente, revisar el expediente clínico y emocional de su vida, para conocer el porqué de sus actitudes, de sus conductas, de sus reacciones y darse cuenta de qué es lo que corresponde a cada reacción: Serían por ejemplo:
1.- Los recuerdos inconscientes de algún evento traumático de su niñez,
2.- Algún círculo no cerrado, (Asuntos no concluidos),
3.-Algún episodio de la niñez que simplemente se dejó en el olvido, pero que no se culminó adecuadamente en su momento y que aún existe en el inconsciente.
4.- Gritos, maltratos, sátiras palabras hirientes, o algún evento que en la infancia nunca nos gustó, pero que tampoco nunca nos dieron la oportunidad de expresarlo abiertamente, ni digerirlo, etc.
5.- Entre otros...
Esa niña o niño del ayer, posiblemente repetirá la historia, o experiencia de sus carencias, y buscará llenar esos vacíos existenciales, idealizando en otros seres, la representación fiel de sus más profundas necesidades no satisfechas.
¿Quieres que hagamos un experimento aquí y ahora?: Toma un espejo y mírate en él fijamente sin pestañear y respóndete a ti misma(o): ¿De qué carecí en mi niñez?. Cuando te hayas respondido a ti misma(o), sabrás entonces qué es lo que más has estado buscando en tu vida de adulto(a). Las respuestas hacia tu entorno serán muy notorias.
En este marco, surgen dos preguntas importantes:
1.- ¿Has estado soñando con tener una pareja de excelencia? y,
2.- ¿Qué estarías dispuesta(o) a hacer para convertir tu sueño en realidad?
Sin darle muchas vueltas de hoja, te sabes una magnífica mujer: Responsable, honesta, trabajadora, cariñosa, fiel, buena esposa y una excelente compañera. Pero, ¿Qué pasa cuando a pesar de todo eso, no logras sentirte orgullosa de la relación de pareja que ahora tienes?, y tu hogar se ha convertido en un ring, o en un inframundo conyugal, donde abundan los malos entendidos, las sátiras palabras hirientes, los conflictos emocionales, y todo lo que ayer te sabía a miel, hoy está a punto de hacer erupción por todos los poros de tu piel.
Hey... ¿Qué pasó allí?
¿Te enojaste porque tu esposo quedó de llegar por ti a una hora determinada para salir juntos a una fiesta, y resulta que se le olvidó y no te cumplió?... veamos:
Tu esposo, novio o amigo llegó dos horas después o no llegó. ¿Qué haces?. Obviamente hasta la pregunta es necia, si para ese momento tú ya estás convertida en toda una fiera y esperas con la espada desenvainada que aparezca el hombre y comértelo vivo de un sólo bocado y tragártelo sin digerirlo, y parece que te saldrá lumbre hasta por los ojos y las orejas, y en cuanto abres la boca, dejas saltar un bombardeo de palabras groseras y francamente muy desagradables: ¿Te fijas qué hora es estúpido?", "¿Cómo te atreves a dejarme vestida y plantada?", "Eres un inconsciente y un desgraciado que no tienes ninguna consideración", "Eres un mentiroso desobligado e irresponsable que quién sabe dónde te habrás metido que hasta se te olvidó que tenías un compromiso conmigo"... O en el último de los casos: "¿Para qué me invitas si no piensas cumplirme?".
Desfigurada la cara de la pobre mujer, la rabia la tiene atrapada perdiendo el control de sus emociones, y cuando al fin termina su discurso de desahogo emocional, con frustración se da cuenta que su alud de quejas altisonantes y desordenadas no han servido más que para su pareja le de la espalda y la deje hablando sola, naciendo de allí para una multitud de resentimientos y alejamientos, cuando la manera correcta de hacer un reclamo inteligente es: "Quedaste muy formalmente de llegar a tales horas para salir a la fiesta y no cumpliste, por lo tanto te comunico querido que la próxima vez, me iré sola".
¿Se dan cuenta amigas queridas de la enorme diferencia que existe en poner una queja a grito abierto y hacer un reclamo de manera elegante, serena y digna?. En la pareja es menester poner límites y fijar posiciones, pero no de forma desordenada ni impositiva, y mucho menos sin perder el control de nuestras emociones.
En la queja encontramos lamentos sin rumbo fijo, hay agresividad, impulsividad, intolerancia, faltas de respeto, abuso de confianza, maltrato, y por supuesto falta de control de nuestras emociones, etc.
El reclamo en cambio, es un proclamar con respeto, serenidad y dignidad un derecho: El derecho a ser respetadas, y para lograrlo, tenemos que empezar por respetarnos a sí mismas primero. ¿Cómo pretender que el otro te muestre consideración, valor o respeto, si tú misma generas situaciones incómodas, gritos, palabras altisonantes, ofensividad, quejas cargadas de intencionalidad con el único afán de ofender, de dañar, de lastimar y hasta de cobrarte venganza?
Si es tu caso mujer amiga, o estás relacionada con alguna persona cómoda o irresponsable, revisa tus alforjas y observa qué tanto estás contribuyendo para generar ese tipo de conductas en tu compañero de vida, o hasta dónde eres responsable de que alguien te falle o te falte de esa manera, porque lo más seguro es que allí en tus propias reacciones, encontrarás la respuesta a todos tus agravios.
Te saludo afectuosamente y quedo a tus ordenes para cualquier comentario al respecto.
Cariños,
Autor: Doral.
(Derechos Reservados)
|
|
|
|
|
