Mi oficio es escribir ¡Divino oficio!
Que extrae del vivir toda su ciencia,
y plasma en el papel toda la esencia
del humano sentir con artificio.
Puede del propio amor, en sacrificio,
transformar el dolor y la impaciencia,
en pausado fluir que con cadencia
le regala del verso el gentilicio.
Y además del amor, también la espuma,
la magnolia, el color, la voz, el beso,
la nostalgia, la ausencia y el regreso,
la vaciedad, el mar, el sol, la bruma,
cobran humanidad cuando la pluma
transforma el crudo hastío en embeleso.
KARIM