que empuja al alma mía.
Y este dolor cruento
que empieza y no termina.
Seré junco en el aire
que no se vence nunca
por mucho que los vientos
lo doblen con su furia.
Saltaré por las olas
que me causan desdichas,
las llevaré a estrellarse
al mar de mi fatiga.
Renaceré en la calma,
jamás seré vencida,
retomaré la senda
con la cabeza erguida,
y mientra que yo pueda,
seré soberbia, altiva,
remontaré los tiempos
sin sufrír la locura.
Ignoraré la noche
estremecida y fría.
Habrá sol en mi alma.
Mi refugio es el día...
Estherluscinda ... Santander