Cuando la noche exhibe su luna;
Hay árboles que entonan con el sol
del mediodía, su verde canto;
Hay árboles que lloran en silencio
al amanecer, sobre un lago mudo;
Hay árboles frondosos, añejos y frutales
y también aquellos otros,
pobres, esmirriados y desnudos;
Hay árboles que maravillan a los hombres
porque son gigantes
y también aquellos otros,
que los llaman Bonsái y que son enanos.
Sin embargo, todos son hermanos
No hay rivalidad, ni odio entre ellos
¡y todos son el mismo árbol!
¡Gracias a Dios todavía hay árboles!
¡Acaso el único pulmón que le quede al mundo!