Gracias de mil formas especiales,
por dejar esa ventanita entre abierta,
así tus muinas sean incontables,
tu alma del todo, esto nunca lo acepta.
Por saber que en la distancia,
cuentas conmigo y valga la redundancia,
las cosas buenas desconocen barrera
en tus adentros, tu otro yo, a mi se aferra.
Así tus pupilas, reflejen a Poseidón o Neptuno,
con fondos Caribe o el Mediterráneo nocturno,
un acorde flamenco, brotará de la nada,
perturbando tu mente, y dejándote anonadada.
Tu deseo semejará, rayito de luz encendido,
que sabes iluminará, mis temores altivos,
un suspiro, izarás con sabor a tus mimos,
prometiéndote en silencio, que volverás al nido .
José Estrada