cogí la pluma y las convertí en verso.
Iban como perdidas contra corriente
encerradas sin ilusiones
en sentimiento preso.
Hoy las dejo volar al viento
para que sean libres
y sepan que yo siento
distinguir el sonido de los timbres,
del bien, del mal, del pensamiento.
Y sólo por eso
no quise guardar ya mis sensaciones,
cogí la pluma y las convertí en verso.